Como el lápiz

El nietito miraba al abuelo escribir una carta.

En un momento dado, le preguntó:
- ¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasa a los dos?
¿Es, por casualidad, una historia sobre mí­?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
- Estoy escribiendo sobre ti, es cierto.
Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando.
Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
- ¿Qué tiene de particular ese lápiz?
El abuelo le respondió:-
Todo depende del modo en que mires las cosas.
Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo.
Primera cualidad:

Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos.
Esta mano la llamamos Dios, y siempre te conducirá en dirección a su voluntad.
Segunda cualidad:

De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas.
Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado.
Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal.
Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Quinta cualidad:
El lápiz siempre deja una marca.
De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos.
Por eso intenta ser consciente de cada acción.

Paulo Cohelo.

Abre los ojos

Un día en la noche, me puse a ver una película italiana que se llama “Cinema Paradiso”, la encontrar buenísima, tiene un tono de mucho nostalgia, mucha belleza y ese comportamiento tan característico que tienen los italianos de enfrentar a la vida.
Después de verla, me inspire (cosa muy extraña) y me puse a escribir.


Creo que la vida la vemos como algo que no lo es. El común de la gente, siempre anda en busca de una máxima aspiración, y de tener mas de lo que han conseguido, cosa que no esta mal; el problema es que no observan lo logrado y lo que tienen alrededor. Valorar las cosas y disfrutar de las simplezas, es lo más importante.
La felicidad esta el frente de nuestras narices y no nos damos cuenta. No estará cuando obtengamos nuestro titulo universitario, o aunque suene contradictorio, cuando finalmente logremos formar una familia. Esos son nuestros sueños, los que dan sentido a esta andanza y debemos luchar por conseguirlos. La felicidad esta en esa lucha. En el camino y el esfuerzo que pongamos a alcanzar nuestros sueños. Esa lucha es nuestro paso diario; cuando nos levantamos, cuando le sonreímos a nuestra mascota, cuando disfrutamos de una buena película, cuando discutimos un tema interesante…en fin. Para mi ese es el punto más importante para conocer la felicidad; que no es una utopía como muchos filósofos dicen, esta al alcance de nuestras manos, solo basta con mirar lo que tenemos a nuestro alrededor.
La religión, nuestra fe, es otra cosa que considero fundamental.
Al enfrentar situaciones cotidianas, cada uno utiliza diversos valores, puntos de vista que principalmente nos los han entregado la experiencia y nuestros padres, pero el enfoque de esos valores los da la religión. En lo personal, como Cristiano que soy, sigo el mensaje de Cristo. Que diferente sería el mundo si viviéramos su misión. Diariamente leo una página al azar de la Biblia, y es increíble el justo y útil mensaje que recibo.
Para concluir quisiera decirles que no se amarguen por pequeñeces, vivan y disfruten de esta vida, no dejen que un pequeño tropezón o una dolorosa caída decaiga su camino, siempre habrá fuerzas para seguir adelante y porque no, alguien a su lado que ayude a continuar. No decaigan, valoren este hermoso regalo de Dios, que es la vida, disfruten hasta el ultimo instante de ésta, y hagan que cada segundo sea su momento culmine. Siempre habrá algo mejor preparado para nosotros, basta con abrir la ventana, subirse a la vereda y abrir los ojos.