¿Que podríamos hacer?

Después de un largo día de trabajo y de clases de música, me subí a la micro como es de costumbre. Tenía muchas ganas de llegar luego a mi casa, para obrar como nunca producto de un as que me comí en el almuerzo. Posteriormente se subieron unos músicos; un dúo de charango y guitarra. Compre unos chocolates, 3 x 100; luego de sentarme al lado de una simpática señora menos joven, de una apariencia agradable, con olor de un largo día de trabajo, con una cara agotada y una mirada muy triste. Ni siquiera sonrió cuando le ofrecí un chocolate, como corresponde de un caballero. Pero acepto gustosa luego de reprochar que le iba a hacer mal para su dieta. Comenzamos a conversar.

Me comento que venia de Pirque, que estaba muy pero muy cansada. Había resistido un largo y cansador día de trabajo; como es costumbre de todos los días. Sufria de dolor de piernas y huesos. Para colmo, me detallaba que pasa todo el día parada, sin poder sentarse en ningún momento por su agitado ritmo laboral, empaquetando ciruelas en una empresa llamada Prunesco. Su sueldo no pasa de los 200.000 y su horario es de doce horas diarias, de 8 AM a 8 PM. El único momento de descanso es la hora de colación, aproximadamente una hora. También me decía, que hace poco esa empresa había despedido a 20 personas por armar un sindicato.
“Así es la vida del obrero, dura, monótona, poco alentadora, insaluble”, me comentaba con un tono de resignación a sus años y mucha tristeza.
Luego se despidió dándome las gracias por ese chocolate y me deseo suerte, con una muy leve sonrisa en su rostro.

Llegue a la casa muy reflexivo y me sentía ridículo; pensar que ese mismo día me quejaba de cansado, me sentía chato, sin ganas de nada, deseando no querer trabajar y pasar todo el día en mi casa vagando viendo tele. Pero me sentí también agradecido. Que bueno es el Señor de arriba que me permitió conversar con aquella señora; que tonto fui al no valorar nada de lo que tengo.
Ojalá Dios acompañe a aquella mujer; que ella encuentre en él, consuelo a su cansancio y su soledad.

Por qué siguen ocurriendo estos casos?...no sabia que estas situaciones de explotación siguieran pasando en la actualidad. Por qué ese tan mal empresario, (De la familia de Ossandon, alcalde de puente alto), solo actúa en función de la producción y las ganancias, ante la situación de algunos de sus trabajadores. Pensar que esa abuelita tiene unos 70 años.

Esto sin duda para mi fue un gran abrir de ojos.
¿que podemos hacer para revertir esta situación? Pregunta que debiéramos hacerla todos.