Mi corazón sigue latiendo,
pero ahora ya no con mis fuerzas.
Somos hijos amados por Dios,
y no puede existir ningún amor mas grande que ese.
Por eso mi corazón late ante el milagro de tu existencia.
Tu mirada ilumina la mía por la infinitud de tus ojos,
por su paternal pertenencia,
y por tu simple compañía.
Ya no te quiero; nos quieren.
Y te amo...
porque estas presente,
porque te miro,
porque vives, porque existes.
Te amo...
y con el corazón lleno,
porque en él habita la vida misma,
y la amo con toda mi existencia.
Te amo...
porque tu presencia es un regalo,
y tu vida un verdadero milagro.
Sólo eso me basta.
pero ahora ya no con mis fuerzas.
Somos hijos amados por Dios,
y no puede existir ningún amor mas grande que ese.
Por eso mi corazón late ante el milagro de tu existencia.
Tu mirada ilumina la mía por la infinitud de tus ojos,
por su paternal pertenencia,
y por tu simple compañía.
Ya no te quiero; nos quieren.
Y te amo...
porque estas presente,
porque te miro,
porque vives, porque existes.
Te amo...
y con el corazón lleno,
porque en él habita la vida misma,
y la amo con toda mi existencia.
Te amo...
porque tu presencia es un regalo,
y tu vida un verdadero milagro.
Sólo eso me basta.
2 comentarios:
José: es cierto, como en la música, somos parte de este bello coro, que a través del encuentro concreto con alguien-Alguien nos ha alcanzado. Yo no dejo de sorprenderme con esto, por Su entrega, como Rose uno se siente desbordar... qué conmoción.
qué bello tu escrito, de verdad que nos quieren "sólo el amor puede convertir en milagro el barro".
y sí, tenemos que vernos!
mañana intentaré ir a misa en Padre Hurtado, si no tenemos que ver un día, podemos vernos con Pame y Fran, que tampoco los he visto, y vaya que se echan de menos de los amigos!
un abrazo grande,
Vale
sólo puedo decir una cosa... wow!!!
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